Un esfuerzo mínimo al mes:
Si eres de las que tienen problemas en acordarse de tomar la píldora todos los días, el anillo puede ser una buena opción. Solo tienes que acordarte de hacer algo 2 veces al mes.
Estás a gusto con tu cuerpo:
Si te molesta meterte los dedos dentro de la vagina, entonces probablemente el anillo no es para ti. Aunque es como ponerse un tampón: si puedes hacer eso, seguramente te las vas a ingeniar.
Saltarte la regla:
Si lo deseas, el anillo te permite saltarte la regla del todo, lo cual, por cierto, es completamente seguro. ¡Piensa en las posibilidades!
Guardado y privacidad:
Si vas a guardar el anillo por más de 4 meses, tienes que ponerlo en el refrigerador. Así que, si no quieres que nadie sepa que lo estás usando, esto podría ser un problema. Además, algunas parejas dicen que sienten el anillo al tener sexo. Si eso es un problema, puedes sacarte el anillo durante el sexo – solo asegúrate de volvértelo a poner en menos de 3 horas, y solo haz esto una vez cada 24 horas.
Dosis baja de hormonas:
El anillo libera una dosis de hormonas más baja que otros métodos, así que puede haber menos efectos secundarios negativos.
Ojo las fumadoras mayores de 35:
Si tienes más de 35 años, fumar y usar el anillo aumenta el riesgo de ciertos efectos secundarios. Y si eres más joven, ¿por qué no dejas de fumar ahora y te ahorras un problema en el futuro?
Coágulos de sangre: ¿deberías estar preocupada?
Mucho se ha hablado sobre el anillo y los coágulos de sangre. La verdad es que, para la mayoría de personas, el riesgo de producir coágulos de sangre mientras está usando el anillo es todavía muy bajo. Existen algunas afecciones genéticas y médicas que aumentan el riesgo, así que consulta con un especialista médico si esto es algo que te preocupa.
La cuestión del embarazo:
Puedes recuperar la fertilidad (es decir, puedes quedar embarazada) muy pero muy rápido ni bien dejes de usar el anillo. Así que no te arriesgues. Si no estás lista para un bebé, protégete con otro método.
No confíes únicamente en nosotros. Mira los videos de arriba para escuchar a la gente hablar de sus experiencias personales con el anillo. Y asegúrate de consultar con tu especialista médico cuál es el mejor método para ti.