Abril está divorciada, tiene dos hijos y hace poco comenzó una nueva relación. Ha tratado casi todos los métodos anticonceptivos: desde pastillas, pasando por la inyección la cual le ocasionaba cambios hormonales y la ponía “demasiado emocional”. También ha usado preservativos y el parche, el cual le daba comezón.
Actualmente utiliza el anillo porque no tiene que estar recordando tomar algo todos los días, ni le crea problemas hormonales. Considera que como cualquier método anticonceptivo nuevo, hay que darle tiempo al cuerpo para acostumbrarse.
En el futuro, a Abril le gustaría tener otro hijo. Mientras tanto, se siente en control de su fertilidad utilizando el anillo.